VERDADES VERDADERAS SOBRE LA NATIVIDAD DE JESUCRISTO.
Dr: Rafael Tobías Blanco Vilariño.
Médico Microbiólogo Clínico.
Universidad de Carabobo- Valencia- Venezuela.
Recordemos, que fue en un pequeño pueblo de Nazaret en Galilea; donde vivía María, casada con el laborioso y bondadoso carpintero José, donde un buen día, estando ella en el jardín, se le presentó el Ángel Gabriel quien le dijo:” Dios te salve María llena eres de gracia: El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres”, por lo que ella se puso un poco nerviosa “ No temas María, pues Dios te ha seleccionado para que concibas por obra y gracia del Espíritu Santo en tu corazón pélvico al hijo de Dios, al cual llamaras JESÚS, y ella le respondió:”hágase en mi según tu palabra” y luego Gabriel se retiró. Obviamente que tengo que aclarar que el embarazo de María no había sido el producto de una “Conceptio seminis carni, inchoata”; lo cual significa el que Jesús no había sido fruto del amor carnal entre José y María, si no que ÉL fue producto de la transformación antropomórfica de Dios en un ser humano; lo cual ya había sido predicado por sus Profetas: “una Virgen parirá un niño al cual llamará EMMANUEL, que quiere decir Dios entre nosotros” o “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” y por ser parido por una mortal también se le denomina Bíblicamente como “El hijos del hombre”. Por ello el Niño Jesús es Agenético; debido a que Él no fue producto de la unión del espermatozoide de José con el Óvulo de María, Él no portaba los Genes de Papá ni de Mamá, como si lo somos todos los mortales. Por tales motivos, él fue un ser carente de los Genes paternos y Maternos; ya que fue obra del Espíritu Santo, que permitió la transformación de Dios en un ser carnal dentro del vientre de la Virgen María, que es lo que significa la palabra Antropomorfismo, es decir tomar la forma de un ser mortal de carne u de huesos como nosotros.
Mientras que los humanos hijos de Dios, somos el producto de la penetración de los “genes” del espermatozoide paterno, que logró fecundar el óvulo contentivo de los “genes” materno, razón por lo que todos nosotros somos “Bigeneticos”, pues portamos la mitad de los genes de mamá y de papá, que es lo que llamamos la “Herencia”, Acto que se sucede como producto de un verdadero amor carnal, para que ellos nacieran en este maravilloso Globo Azul que Dios nos dio y que esa es genéticamente la gran diferencia entre el origen del Niño Jesús y nosotros.
Bien sucedido ese embarazo celestial, José y María embarazada, deben bajar a Belén, para el empadronamiento; allí, se le presentaron a María los dolores de parto y allí nació en un humilde pesebre el “hijo del hombre”; de inmediato ella le dio su lactancia y le cambió sus pañales y al séptimo día fue circuncidado de acuerdo a las leyes de Moisés. ,Pero desafortunadamente esa alegría del nacimiento del Hijo de Dios, les duró poco, debido a que la perversa actitud del déspota Herodes, al creer que Jesús al crecer le arrebataría su trono, mandó un grupo de soldados con la finalidad de que dieran muerte en Belén a todo niño menor de dos años, motivo por lo que a ese desdichado día le conocemos como “El día de los inocentes”, pero ya José, había sido informado de tal perversidad y logro montar a María y al Niño Jesús en una borrica y de esa forma lograron huir hacia Egipto; allí vivieron, hasta que les llegó la noticia de la muerte del perverso Herodes, por lo que retornaron a Israel y se quedo a vivir en Nazaret, donde en compañía de María y del Joven Jesús, inició su labor de carpintero. Hasta que Jesús cumplió los 30 años de edad y da inicio a su acción a su vida pública y mesiánica; entendiendo que a JESÚS le toco vivir en una sociedad donde no existía un Código de lo MORAL y de lo AMORAL; donde los gobernantes de la época eran en su mayoría corruptos, llenos de avaricia y perversidad, por lo que sabían el que si la doctrina de Jesús se imponía, ellos perderían sus cargos y serian irremediablemente enjuiciados; algo muy parecido a lo que nos está sucediendo a los venezolanos en este Régimen Socialista del S.XXI.
Por lo que Jesús, les enseñaba el que para que esa corrupta sociedad pudieran vivir felizmente, debía cumplir con los “Diez Mandamientos”, Decálogo este, que su Padre le había entregado a Moisés en el Monte Sinaí: no matar, no robar, amar a padre y madre, amar a tu prójimo, no levantar falsos testimonios y el resto de lo que hoy conocemos como el Decálogo.
Por lo cual fue enjuiciado por el romano Poncio Pilatos, equivalente hoy día al TSJ-tapa-amarilla, al preguntarle este si en verdad Él era REY, Jesús le respondió: “Mi reino no es de este mundo, al que solamente he venido para decirles la verdad del reino celestial, al cual se llega mediante el amor y el bien a nuestros semejantes”. Pero todos ellos, Judíos y Romanos corruptos estaban llenos de odio y de maldad, equivalente al odio sembrado en nuestro actual país por Chávez y el Obrero de Miraflores.
Por lo que le sentenciaron a morir crucificado en el Gólgota o Montaña de la calavera, tal como actualmente desean crucificar a La Perfectible Democracia Venezolana.
Por ello, el mejor regalo que nos da el Niño Jesús no son los juguetes, sino el coraje que él nos dio para saber interpretar su doctrina de hacer el bien, el de amarse el uno con el otro y el de también como lo hizo Jesús, el saber tomar el látigo y sacar del templo hoy Miraflores y de la administración a todos los perversos y corruptos, que solo desean su felicidad personal, olvidando al necesitado y al pueblo; lo cual también debemos hacer todos los Venezolanos.
Eso, es lo que corajudamente debemos hacer todos los venezolanos creyentes y no creyentes, para poder así salvar al país de una destrucción total, donde ya ni nuestro Petróleo o “Estiércol del Diablo” nos puede sustentar, con el muy profundo agravante, de carecer de todo autoabastecimiento Industrial y Agropecuario por ellos destruido. Pero muy a su pesar les deseo a todos una Feliz Navidad y un Próspero Año 2021. Recordemos que el SEÑOR nos dijo:”Dios y Hombre”, mas no hombre y Socialismo del S.XXI. ¡VOILÁ¡
-La igualdad de la riqueza, debe consistir, en que ningún ciudadano sea tan opulento que pueda comprar a otro, ninguno tan pobre que se vea necesitado de venderse.
Jean Jacques Rousseau.
Valencia:25-12-2020